Astringente es aquel producto químico, medicamento o sustancia de naturaleza orgánica o inorgánica que, tras una aplicación externa local o tópica, tiene la propiedad de contraer las capas superficiales de la piel, coagulando sus proteínas y produciendo una acción cicatrizante, antiinflamatoria y antihemorrágica. Los astringentes constituyen un medio protector superficial, como desinfectantes, para eliminar los microorganismos por coagulación de sus proteínas.

Producen constricción y sequedad y por ello un producto tan habitual como son las lociones para después del afeitado contienen astringentes. Dos ejemplos bien conocidos son la calamina preparada y el agua de Burow. Los más conocidos a nivel vegetal son los taninos, las aguas de hamamelis, la tintura de benjuí, la infusión de ratán y la quina. Otros productos astringentes son: el nitrato de plata, el acetato de plomo, el sulfato de zinc, las sales de bismuto, el suero salino y el aceite esencial de Chipre. Generalmente se asocian a la propiedad de ser antidiarreicos y hemostáticos